lunes, 16 de noviembre de 2015

Comparativa LOE- LOMCE. Atención a la diversidad

En esta entrada, analizamos las diferencias que existen entre las dos últimas leyes educativas LOE y LOMCE en cuanto a la atención a la diversidad.

Entendemos por diversidad que cada alumno tiene características individuales diferentes en cuanto a capacidad intelectual, ritmo de aprendizaje, rendimiento académico,  intereses, diferencias socio-culturales… Es decir, prestar atención a la diversidad supone tener estas diferencias en mente y dar respuestas al alumnado.

La LOGSE, en 1990, fue la primera ley que comenzó a integrar esta concepción de la educación, realizando procedimientos de prevención, detección y valoración del alumnado con necesidades educativas. En la Declaración de Salamanca de 1994 y la de Madrid de 2002 surge un acuerdo con la UNESCO y con el Ministerio de Educación y Ciencia en la que se establece el marco de acción para la atención a las Necesidades Educativas Especiales en el que se aboga por la igualdad de oportunidades así como por el concepto de una educación flexible, en la que “Los programas de estudios deben adaptarse a las necesidades de los niños y no al revés. Por consiguiente, las escuelas deberán ofrecer opciones curriculares que se adapten a los niños con capacidades e intereses diferentes”. Posteriormente, con el auge de alumnos inmigrados, comienza a desarrollarse la educación compensatoria, que trata de dar respuesta a las necesidades de estos estudiantes.

La Ley Orgánica de Educación (LOE) ha sido una ley que ha heredado de la LOGSE la concepción de atención a la diversidad desde un enfoque educativo flexible.  Propone distintos itinerarios educativos (Programas de Compensatoria, Programas de Cualificación Profesional Inicial, Programas de Diversificación Curricular) y de otras estrategias metodológicas como las adaptaciones curriculares individuales y adaptaciones significativas (ACI/ ACIS), programas de refuerzo o desdobles, etc. El objetivo  de estos programas es dar respuesta a los alumnos con diferentes capacidades de aprendizaje. Los Programas de Compensación Educativa pretenden atender las necesidades individuales de desventaja social y/o económica, así como las necesidades de acceso al currículo del alumnado extranjero recién llegado con desconocimiento de la lengua.


La  Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), también tiene en cuenta las diferencias entre los alumnos. En cuanto a la capacidad intelectual, hace referencia a potenciar los talentos individuales. Propone diferentes trayectorias con el objetivo de que cada estudiante consiga desarrollar todo su potencial en Educación Secundaria “La flexibilización de las trayectorias (…), se concreta en el desarrollo de programas de mejora del aprendizaje y el rendimiento en el segundo y el tercer curso de la Educación Secundaria Obligatoria, la anticipación de los itinerarios hacia Bachillerato y Formación Profesional, y la transformación del actual cuarto curso de la Educación Secundaria Obligatoria en un curso fundamentalmente propedéutico y con dos trayectorias bien diferenciadas. Esta diversificación permitirá que el estudiante reciba una atención personalizada que se oriente hacia la vía educativa que mejor se adapte a sus necesidades (…)” Aparentemente esta diversificación puede ser una arma de doble filo generando segregación del alumnado en función de sus méritos académicos. Esta desventaja es tenida en cuenta y se propone que el sistema sea permeable; es decir, que los alumnos puedan pasar de una trayectoria a otra que sea más apropiada a sus características. Se propone que” Cualquier alumno puede transitar a lo largo de su proceso de formación de unos ámbitos a otros de acuerdo con su vocación, esfuerzo y expectativas vitales, enlazando con las necesidades de una formación” Teniendo en cuenta los conceptos de profecía autocumplida y efecto Pigmalión, cuesta pensar que esta permeabilización se utilice en beneficio del alumno y no atendiendo al criterio único del centro.

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